
Quise ser valiente, pero que va. Las lágrimas caían por mis mejillas haciendo un lago de inmensidad profunda. Un no sé qué, ni por qué, se escurría sigiloso entre las fibras de mi alma. Sensación que se extendió como arandela mágica de pañuelos blancos. Así la percibí: suave, dolorosa y tibia, como la sangre misma.
Imagen: Créditos a su creador.
LuzMarinaMéndezCarrillo/17/10/2021/ Derechos de autor reservados.
Obra registrada en Cedro-España/ https://www.cedro.org/
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