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  • Foto del escritorLuz Marina Mendez

MI DIARIO: BLANCA LIBÉLULA

Actualizado: 1 dic 2020






Las voces pasan por los signos de los tiempos defendiendo la libertad, y tú y yo, encadenando nuestros corazones, al amor que se sumerge en el lago de la vigilia perenne.


El aire balancea en los pulmones agitando el elixir secreto de mi sangre, que inmisericorde, acerca el cáliz prohibido a tus labios y a los míos, haciendo de los cuerpos, uno.


Amore mio, el campanario de mis pechos se sacude al vaivén de tu nombre, el carmesí de los labios intensifica y mi piel eriza.


¿¡Es acaso un piélago de muerte o un mar que vivifica!?

Y la vid fue un instante

Que eternizó la mirada

Se hizo aire y sacudió

Mi bata traslúcida

Las mariposas, de mis pechos volaron

Y adheridas a tu boca, imploraron

La blanca libélula se hizo agua

Y cayó entre tus dedos

La sangre se hizo vino

Y embriagó las pasiones

Y las horas… Y las horas

El reloj detuvo

Y un río de versos recorrió nuestros cuerpos

De la cabeza a los pies.

De los pies a tu cabeza

Y un río de sueños

Cristalizó en nuestras manos.

* Imagen: Créditos a su autor

Luz Marina Méndez Carrillo/02112020/ Derechos de autor reservados


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